Ficocoloides e
Hidrocoloides

Los hidrocoloides son polisacáridos producidos por las células de las algas rojas y pardas. Se originan, principalmente, en la fase oscura de la fotosíntesis en el Ciclo de Calvin.

Los hidrocoloides son ampliamente utilizados en la industria debido a sus características fisicoquímicas, que les confieren singularidad y versatilidad en sus aplicaciones y en las formulaciones de diferentes productos, como alimenticios, fármacos, cosméticos y pinturas, entre otros.

Son polisacáridos que están presentes en la estructura de ciertas variedades de algas rojas. Forman geles y aportan viscosidad en medios acuosos y lácteos
Se encuentra principalmente en las algas pardas, es un polímero biodegradable y biocompatible que forma geles con facilidad en presencia de iones de calcio.
Se encuentra en algunas algas rojas. Es una mezcla de polisacáridos complejos, básicamente agarosa (polímeros de galactosa) y agaropectina (constituida por galactosa y ácido urónico, y galactosa esterificada con ácido sulfúrico). Es un compuesto insoluble en agua fría y soluble en agua caliente. Al enfriarse queda una masa gelatinosa que forma un coloide. Se extrae principalmente de las algas marinas del género Gelidium y Gracilaria.
A partir de seis moléculas de CO2 se producen dos moléculas de gliceraldehído-3-fosfato (GAP), que son transportadas al citosol. A partir de estas moléculas también se sintetizan el almidón, la celulosa y otros compuestos orgánicos. El proceso completo desde la captura de la energía luminosa hasta la producción de azúcar termina en el citosol de las células fotosintéticas. Los iones del citosol pueden ser, por ejemplo, calcio, potasio o sodio. Las moléculas que podemos encontrar en el citosol pueden ser azúcares, polisacáridos, aminoácidos, ácidos nucleicos y ácidos grasos.

Una vez formados, los polisacáridos son transportados hacia las diferentes partes de las células de las plantas marinas, ya sea moviéndose entre las paredes celulares (transporte apoplástico) o alrededor del citoplasma de las células (transporte simplástico). Este movimiento está modelado por la teoría de presión-flujo, una parte de la cual dice que el fluido que contiene el hidrocoloide, se mueve a través de tubos cribosos por la presión de fluido. Por este medio, los nutrientes se pueden mover desde el lugar de la fotosíntesis (la fuente), pared celular, al lugar donde se utiliza el hidrocoloide (el sumidero), ya sea hacia el centro o a la matriz de las células.

Entre los hidrocoloides se encuentran la carragenina, alginato y agar. Las algas rojas son productoras de carragenina y agar. La carragenina presenta propiedades naturales que pueden utilizarse como vehículos magnéticos para el suministro de agentes terapéuticos, ya que se logra dirigirlos a lugares específicos en el cuerpo humano a través de la aplicación de un gradiente de campo magnético. Esto deberá permitir el uso de la propiedad de autoflorescencia de estas algas para monitorear el efecto de agentes terapéuticos (Batista de Vega et al. 2017).