Los ecosistemas de pastos marinos forman grandes camas y praderas. Las praderas marinas son ecosistemas altamente diversos y productivos. Pueden albergar cientos de especies asociadas de todos los filos, larvas de peces, algas, microalgas, moluscos, poliquetos y nematodos. Algunas especies se alimentan directamente de las hojas de los pastos marinos (en parte debido a su contenido nutricional bajo), incluyendo tortugas verdes, dugongos, manatíes, peces, gansos, cisnes, erizos de mar y cangrejos. Existen cinco géneros: Cymodocea, Halophila, Thalassia, Rupia y Dilanthera (Edwards, 1976).
Las praderas marinas son a veces llamadas «ingenieros de ecosistemas», porque en parte crean su propio hábitat: las hojas frenan las corrientes de agua aumentando la sedimentación, y las raíces y rizomas de pastos marinos estabilizan el fondo marino. Su importancia para las especies asociadas se debe, principalmente, a la provisión de refugio (a través de su estructura tridimensional en la columna de agua), y a su tasa extraordinariamente alta de producción primaria. Como resultado, los pastos de algas marinas proporcionan zonas costeras con un número amplio de bienes y servicios para los ecosistemas; por ejemplo, zonas de pesca, protección de olas, producción de oxígeno y protección contra la erosión costera.